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Herpes zóster (Culebrilla)

Herpes zóster - Culebrilla - Clínica Premier Balear - Dermatológo Palma de Mallorca

«Como el fuego que arde bajo la superficie, el Herpes zóster nos enseña que el dolor a veces se esconde en lo profundo, pero siempre busca un camino para hacerse visible, dejando marcas tanto en la piel como en el espíritu.»

Dra. María Magdalena Roth, Dermatóloga, Palma

¿Que es el Herpes zóster?

El Herpes zóster, o Culebrilla, es una infección  caracterizada por una erupción dolorosa en forma de ampollas, generalmente a lo largo de un nervio. Los síntomas iniciales incluyen dolor, ardor o picazón en la zona afectada, seguido por la aparición de las ampollas. Es más común en personas mayores de 50 años o con el sistema inmunológico debilitado. El tratamiento incluye medicamentos antivirales y analgésicos para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones.

¿Qué causa el Herpes zóster?

La Culebrilla, o Herpes zóster, es causada por la reactivación del virus varicela-zóster, el mismo virus que provoca la varicela. Después de una infección de varicela, el virus queda inactivo en los ganglios nerviosos del cuerpo. Años más tarde, el virus puede reactivarse debido a factores como un sistema inmunológico debilitado, envejecimiento, estrés o enfermedades que afectan las defensas del cuerpo. Esta reactivación del virus provoca la aparición de la erupción dolorosa característica de la Culebrilla.

Tipos de Herpes zóster

El Herpes zóster, o Culebrilla, se clasifica en función de la localización de la erupción y las complicaciones que puede causar. Los principales tipos son:

    • Herpes zóster oftálmico: Afecta el área del ojo y la frente, involucrando el nervio óptico. Puede ser grave, ya que puede causar daño ocular, incluyendo pérdida de visión si no se trata a tiempo.
    • Herpes zóster auricular (síndrome de Ramsay Hunt): Afecta los nervios faciales y auditivos, causando dolor, erupción en el oído, pérdida auditiva, y en algunos casos, parálisis facial.
    • Herpes zoster diseminado: Es una forma más rara y grave de Herpes zóster, donde la erupción se extiende por más de una área del cuerpo, a veces afectando a varios nervios. Es más común en personas con sistemas inmunológicos debilitados.
    • Herpes zóster lumbar o torácico: La forma más común, donde la erupción aparece a lo largo de la zona torácica o lumbar de la columna, siguiendo la ruta de los nervios afectados.
    • Neuralgia postherpética: Aunque no es un tipo de Herpes zóster en sí, es una complicación que ocurre después de la erupción, caracterizada por dolor persistente en la zona afectada, incluso después de que la erupción haya sanado.
Tratamiento para el Herpes zóster

El tratamiento para el Herpes zóster se enfoca en reducir la gravedad de los síntomas, acelerar la curación y prevenir complicaciones, como la neuralgia postherpética. Las opciones de tratamiento incluyen:

      • Medicamentos antivirales: Los antivirales, como el aciclovir, valaciclovir o famciclovir, son esenciales para reducir la duración y la gravedad del brote, especialmente si se administran dentro de las primeras 72 horas de la aparición de la erupción. Ayudan a frenar la replicación del virus y a disminuir el riesgo de complicaciones.
      • Analgésicos y analgésicos tópicos: Para aliviar el dolor, se pueden usar analgésicos de venta libre como el paracetamol o el ibuprofeno. En casos de dolor intenso, los médicos pueden recetar opioides u otros analgésicos más fuertes. Además, cremas tópicas con lidocaína o capsaicina pueden ayudar a aliviar el dolor en la zona afectada.
      • Corticosteroides: En algunos casos, los corticosteroides orales o tópicos pueden ser recetados para reducir la inflamación y el dolor. Sin embargo, su uso debe ser cuidadosamente controlado, ya que puede aumentar el riesgo de efectos secundarios.
      • Tratamientos para la neuralgia postherpética: Si persiste el dolor después de que la erupción ha sanado (neuralgia postherpética), se pueden utilizar medicamentos como anticonvulsivos (gabapentina), antidepresivos tricíclicos o analgésicos tópicos como la lidocaína.
      • Cuidados de la piel: Mantener la zona afectada limpia y seca, y aplicar lociones calmantes como la calamina, puede ayudar a aliviar la irritación. Evitar rascarse es fundamental para prevenir infecciones secundarias.
      • Vacuna contra el herpes zoster: La vacuna, como Shingrix, está recomendada para adultos mayores de 50 años para prevenir futuros brotes de Herpes zóster y reducir el riesgo de neuralgia postherpética.
Prevalencia del Herpes zóster en Mallorca

La prevalencia del Herpes zóster en Mallorca sigue las tendencias observadas en el resto de España. Según un estudio publicado en la Revista Española de Salud Pública, la incidencia global de herpes zóster en España es de 351,6 casos por cada 100.000 habitantes, y 625,5 casos por cada 100.000 en la población de 50 años o más1.

La incidencia aumenta con la edad, especialmente a partir de los 50 años, y es más alta en mujeres. Además, el Herpes zóster es una de las principales causas de enfermedades cutáneas relacionadas con el trabajo, representando entre el 70% y el 90% de los casos laborales2.

Aunque no se disponemos de datos específicos para Mallorca, la dinamica registrada en nuestra clínica de Palma nos hace creer que la prevalencia en la isla sigue patrones similares a los del resto de España. La población de Mallorca, al igual que en otras regiones, experimenta un envejecimiento demográfico, lo que podría contribuir a un aumento en la incidencia del herpes zóster en los próximos años.

Es importante destacar que la vacunación contra el Herpes zóster está disponible y se recomienda para adultos mayores de 65 años, con el objetivo de reducir la incidencia y las complicaciones asociadas a esta enfermedad.

Preguntas frecuentes sobre el Herpes zóster:

Acudir al dermatólogo si sospechas que tienes Herpes zóster es crucial para obtener un diagnóstico preciso. Aunque los síntomas, como la erupción dolorosa, son característicos de esta enfermedad, existen otras afecciones cutáneas que pueden presentar síntomas similares. Un dermatólogo puede confirmar si realmente se trata de Herpes zóster y garantizar que recibas el tratamiento adecuado.

El tratamiento antiviral es más eficaz cuando se inicia en las primeras 72 horas de la aparición de los síntomas. El dermatólogo puede recetar medicamentos antivirales que ayuden a reducir la duración y gravedad del brote, además de aliviar el dolor. Esto también minimiza el riesgo de complicaciones como la neuralgia postherpética, un dolor crónico que puede persistir mucho tiempo después de que la erupción haya sanado.

Además, el dermatólogo puede ofrecerte recomendaciones sobre el manejo del dolor, tanto con medicamentos como con terapias tópicas, y sugerir cuidados adecuados para la piel durante el brote para evitar infecciones secundarias. Si tienes 50 años o más, o un sistema inmunológico debilitado, el dermatólogo también puede hablarte sobre la vacuna contra el Herpes zóster, que ayuda a prevenir futuros brotes.

En resumen, acudir a un dermatólogo no solo permite un tratamiento más efectivo, sino también una prevención adecuada de complicaciones y un manejo integral del Herpes zóster.

Sí, el Herpes zóster es contagioso, pero solo puede transmitirse a personas que nunca han tenido varicela o que no han sido vacunadas contra ella. La transmisión ocurre a través del contacto directo con las ampollas, no a través del aire.

La neuralgia postherpética puede durar meses o incluso años en algunos casos. Sin embargo, el tratamiento adecuado, como anticonvulsivos, antidepresivos o analgésicos tópicos, puede aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

El brote de Herpes zóster suele durar entre 2 y 4 semanas. Sin embargo, el dolor puede persistir durante meses en algunos casos, especialmente si se desarrolla neuralgia postherpética.