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Miliaria sudamina

«La Miliaria sudamina es un recordatorio de cómo la piel, como el cuerpo mismo, busca equilibrarse entre la calma y la irritación; una pequeña alteración en su función puede desencadenar una respuesta visible, reflejo de nuestras interacciones con el entorno.»

Dra. María Magdalena Roth, Dermatóloga, Palma

¿Que es la Miliaria sudamina?

La Miliaria sudamina, también conocida como sudamina o sarpullido por calor, es una afección cutánea provocada por la obstrucción de las glándulas sudoríparas, lo que impide la correcta eliminación del sudor y genera pequeñas erupciones en la piel. Las lesiones de la Miliaria sudamina se manifiestan como pequeñas vesículas o pápulas rojizas que aparecen en áreas donde el sudor queda atrapado bajo la piel. Son más comunes en pliegues cutáneos, como el cuello, la espalda, el pecho, la frente y las axilas.

¿Qué causa la Miliaria sudamina?

Diversos factores pueden contribuir a la aparición de la Miliaria sudamina, especialmente en climas cálidos y húmedos. Entre las principales causas se incluyen:

    • Exceso de sudoración: El calor y la humedad favorecen la acumulación de sudor en los conductos sudoríparos.
    • Uso de ropa ajustada o sintética: Puede dificultar la evaporación del sudor y contribuir a la obstrucción de los poros.
    • Inmadurez de las glándulas sudoríparas: En bebés y niños pequeños, estas glándulas aún no están completamente desarrolladas, lo que aumenta el riesgo de sudamina.
    • Fiebre alta: La sudoración excesiva provocada por la fiebre puede desencadenar la obstrucción de los conductos sudoríparos.
Tipos de Miliaria sudamina

Dependiendo de la profundidad a la que se produzca la obstrucción, la Miliaria sudamina se clasifica en diferentes tipos:

    • Miliaria cristalina: Afecta la capa más superficial de la piel y se manifiesta con pequeñas vesículas transparentes llenas de líquido.
    • Miliaria rubra: Se produce en una capa más profunda, generando inflamación, enrojecimiento y una sensación de ardor o picazón.
    • Miliaria profunda: Afecta las capas más profundas de la piel, provocando pápulas de color carne y pudiendo interferir con la regulación térmica del cuerpo.
Tratamiento para la Miliaria sudamina

El manejo de la Miliaria sudamina se basa en medidas para reducir la sudoración y aliviar la irritación cutánea. Las principales estrategias incluyen:

    • Mantener la piel fresca y seca: Permanecer en ambientes frescos y bien ventilados ayuda a evitar la acumulación de sudor.
    • Usar ropa transpirable: Optar por tejidos ligeros y de algodón facilita la evaporación del sudor.
    • Aplicación de lociones calmantes: Cremas con calamina o aloe vera pueden ayudar a aliviar la irritación y el picor.
    • Baños con agua tibia: Ayudan a refrescar la piel y eliminar el exceso de sudor sin irritarla más.
    • Evitar productos grasos o oclusivos: Lociones y cremas demasiado densas pueden obstruir aún más los conductos sudoríparos.
La incidencia de la Miliaria sudamina en Mallorca

En Mallorca, el clima cálido y húmedo durante los meses de verano favorece la aparición de Miliaria sudamina, especialmente en bebés, niños pequeños y personas que realizan actividades físicas intensas. La combinación de altas temperaturas, sudoración excesiva y el uso de ropa sintética o cremas oclusivas ha sido un factor recurrente en muchos pacientes que acuden a consulta. En los últimos años, la Dra. Roth ha observado un incremento en los casos de esta afección, una tendencia que parece estar vinculada a las cada vez más frecuentes olas de calor y al aumento de la humedad ambiental en la isla. Esto hace que la prevención y el tratamiento temprano sean esenciales para evitar molestias y complicaciones.

Preguntas frequentes sobre la Miliaria sudamina:
cudir al dermatólogo es fundamental cuando la Miliaria sudamina se vuelve persistente, causa molestias significativas o presenta signos de infección. Aunque suele ser una afección benigna y autolimitada, en algunos casos puede derivar en inflamación severa, picor intenso o infecciones bacterianas secundarias debido al rascado. Un especialista podrá evaluar la gravedad de la condición, descartar otras patologías cutáneas y recomendar el tratamiento más adecuado para aliviar los síntomas y prevenir recurrencias. Además, un diagnóstico profesional permite identificar y corregir factores desencadenantes, como el uso de productos inadecuados para la piel o la exposición prolongada a ambientes cálidos y húmedos.
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En la mayoría de los casos, la Miliaria sudamina desaparece sin dejar marcas ni cicatrices una vez que la piel se mantiene fresca y seca. Sin embargo, en algunas personas con piel sensible o que han rascado intensamente las lesiones, pueden quedar manchas temporales de hiperpigmentación postinflamatoria. Estas suelen ser más visibles en pieles oscuras y pueden tardar semanas o meses en desvanecerse. Para prevenir marcas, es importante evitar el rascado y utilizar productos calmantes recomendados por un dermatólogo.

El uso de crema hidratante en casos de Miliaria sudamina debe hacerse con precaución. Algunas cremas oclusivas, especialmente las muy densas o con base oleosa, pueden empeorar la afección al bloquear aún más los conductos sudoríparos y aumentar la retención de sudor en la piel.

Sin embargo, el uso de hidratantes ligeros y no comedogénicos, preferiblemente con ingredientes calmantes como aloe vera o niacinamida, puede ayudar a aliviar la irritación sin agravar la obstrucción de los poros. Es recomendable optar por fórmulas libres de aceites minerales y fragancias, y siempre consultar con un dermatólogo para elegir el producto adecuado según el tipo de piel.

El efecto del agua de mar o de la piscina en la Miliaria sudamina puede variar según el caso. El agua de mar, gracias a sus propiedades antibacterianas y su contenido en sales minerales, puede ayudar a calmar la piel y reducir la irritación en algunos casos leves. Sin embargo, la exposición prolongada al sol y la humedad después del baño pueden empeorar la sudoración y agravar la afección.

Por otro lado, el agua de piscina, debido a la presencia de cloro y otros químicos, puede irritar la piel y resecarla, lo que podría intensificar el malestar en las zonas afectadas. Para evitar complicaciones, es recomendable enjuagar bien la piel con agua dulce después de nadar y secarse suavemente sin frotar.