Impétigo

Impétigo - Clínica Premier Balear - Dermatólogo Palma de Mallorca

«En el Impétigo encontramos una lección: la piel, cuando no se cuida, puede volverse un terreno fértil para la infección, pero también es un campo que se puede sanar con acción inmediata.»

Dra. María Magdalena Roth, Dermatóloga, Palma

¿Que es el Impétigo?

El Impétigo es una infección cutánea bacteriana común, altamente contagiosa, que afecta principalmente a los niños, aunque puede presentarse en personas de cualquier edad. Se caracteriza por la aparición de ampollas que luego se rompen y forman úlceras cubiertas de costras amarillas o marrones. Esta infección puede ser dolorosa y generalmente se localiza en áreas expuestas del cuerpo como la cara, las manos y alrededor de la nariz y la boca.

¿Qué causa el Impétigo?

El Impétigo es causado principalmente por dos tipos de bacterias: Staphylococcus aureus (estafilococo dorado) y Streptococcus pyogenes (estreptococo del grupo A). Estas bacterias entran en el cuerpo a través de heridas abiertas, picaduras de insectos, arañazos o incluso cuando la piel está afectada por condiciones previas como eczema. La infección se transmite fácilmente por contacto directo con las lesiones de una persona infectada o mediante objetos contaminados, como toallas, sábanas o ropa. El Impétigo es especialmente común en ambientes donde las personas están en contacto cercano, como guarderías, colegios o en hogares con varios niños.

Tipos de Impétigo

Existen varios tipos de impétigo:

    • Impétigo no ampolloso: Es la forma más común y comienza con pequeñas úlceras rojas que, gradualmente, se cubren con costras de color miel. Generalmente afecta la cara y las extremidades.
    • Impétigo ampolloso: Esta variante se caracteriza por la aparición de grandes ampollas llenas de líquido que se rompen fácilmente, dejando una erosión dolorosa en la piel. Es más común en niños menores de dos años.
    • Impétigo ectima: Es una forma más grave y profunda de impétigo que afecta las capas más profundas de la piel. Suele dejar cicatrices y, a menudo, está asociada con infecciones por estreptococos.
Tratamiento del Impétigo

El tratamiento del Impétigo se centra en eliminar la infección bacteriana y prevenir la propagación a otras personas. En general, el tratamiento incluye:

    • Antibióticos tópicos: El tratamiento inicial del impétigo suele consistir en antibióticos tópicos, como la mupirocina o el ácido fusídico. Estos medicamentos se aplican directamente sobre las lesiones afectadas de la piel. La mupirocina es especialmente efectiva contra las bacterias causantes del impétigo y ayuda a prevenir la propagación de la infección. Es importante seguir las indicaciones del médico y aplicar el medicamento durante el tiempo recomendado, generalmente de 5 a 10 días.
    • Antibióticos orales: Si la infección es extensa o no mejora con el tratamiento tópico, el médico puede recetar antibióticos orales como flucloxacilina, dicloxacilina, amoxicilina con ácido clavulánico o cefalexina. Estos antibióticos ayudan a eliminar la infección en todo el cuerpo y son más efectivos en casos graves o cuando el impétigo no responde a los antibióticos tópicos.
    • Higiene y cuidados de la piel: Además del tratamiento antibiótico, es crucial mantener las áreas afectadas limpias. Se recomienda lavar las lesiones con agua tibia y jabón suave para evitar la propagación de las bacterias a otras partes del cuerpo o a otras personas. Evitar rascarse las lesiones es fundamental para prevenir infecciones secundarias y la propagación de la infección. También es aconsejable cubrir las lesiones con apósitos limpios para evitar el contacto directo con otras personas.
    • Prevención de la propagación: El impétigo es altamente contagioso, por lo que es importante tomar medidas para evitar que la infección se propague. Esto incluye no compartir toallas, ropa o utensilios personales, así como evitar el contacto cercano con otras personas hasta que las lesiones hayan sanado completamente. También se debe lavar frecuentemente la ropa, las sábanas y las toallas en agua caliente.

Con un tratamiento adecuado y siguiendo las recomendaciones médicas, el Impétigo suele mejorar rápidamente, en general dentro de unos pocos días. Sin embargo, es esencial completar todo el ciclo de antibióticos para evitar la recurrencia de la infección.

Prevalencia del Impétigo en Mallorca

El Impétigo es una de las infecciones cutáneas más comunes en Mallorca, especialmente entre niños en edad escolar y en ambientes comunitarios como guarderías y colegios. Debido a su alta contagiosidad, se presenta de manera frecuente en la temporada estival, cuando las temperaturas cálidas y la mayor actividad social aumentan el contacto físico y la posibilidad de transmisión. En Mallorca, el clima y las aglomeraciones en espacios cerrados, como las viviendas y las escuelas, pueden facilitar la propagación de la infección.

En nuestra clínica de Palma, hemos observado un aumento de casos de Impétigo, especialmente en niños, debido a la facilidad con que la infección se transmite en lugares de convivencia. A menudo, los pacientes llegan con síntomas típicos como las costras de color amarillo o marrón en áreas expuestas de la piel, como la cara y las manos. Afortunadamente, el tratamiento oportuno con antibióticos tópicos o, en casos más graves, orales, ha mostrado excelentes resultados en la resolución de la afección.

La prevención del Impétigo en Mallorca pasa por medidas de higiene rigurosas, especialmente en comunidades y entre niños. Enseñar a los más pequeños la importancia de no compartir objetos personales como toallas, peines o ropa, así como el lavado frecuente de manos, es esencial para evitar brotes de la enfermedad. En la clínica, trabajamos con los pacientes para garantizar que sigan los tratamientos adecuados y minimizar el riesgo de propagación.

Preguntas frecuentes sobre el Impétigo:
 

Es fundamental acudir al dermatólogo si se sospecha de Impétigo por varias razones importantes. En primer lugar, un dermatólogo puede realizar un diagnóstico preciso, ya que otras afecciones cutáneas, como dermatitis o reacciones alérgicas, pueden presentar síntomas similares. Un diagnóstico adecuado es clave para asegurarse de que la infección sea efectivamente Impétigo y no otra condición de la piel.

El tratamiento adecuado también es crucial. El dermatólogo puede prescribir antibióticos tópicos o, en casos más graves, antibióticos orales, según la extensión y gravedad de la infección. Con un tratamiento adecuado y oportuno, se acelera la recuperación y se reduce el riesgo de complicaciones. Además, un dermatólogo puede ofrecer pautas claras sobre cómo evitar la propagación de la infección, ya que el Impétigo es altamente contagioso, especialmente en niños o en espacios de convivencia cercanos.

Acudir al dermatólogo también ayuda a controlar la infección y evitar que se extienda a otras partes del cuerpo. En algunos casos, si no se trata correctamente, el impétigo puede empeorar o desencadenar complicaciones graves. Un dermatólogo puede monitorear la evolución de la infección y ajustar el tratamiento si es necesario. Además, puede proporcionar consejos útiles sobre cómo cuidar la piel durante el tratamiento y sobre las mejores prácticas para prevenir futuros brotes de la enfermedad.

En resumen, si sospechas que tienes Impétigo, es esencial consultar a un dermatólogo para obtener un tratamiento rápido y eficaz, que garantice una pronta recuperación y prevenga la propagación de la infección.

En la mayoría de los casos, el impétigo no deja cicatrices si se trata a tiempo y correctamente. Sin embargo, en casos graves, como el Impétigo ectima, pueden quedar cicatrices si la infección ha afectado las capas más profundas de la piel.

En algunos casos, después de que desaparecen las lesiones, se ha notado que queda una mancha más clara (hipopigmentación) o más oscura (hiperpigmentación) en el área afectada.

No se recomienda que los niños con impétigo asistan a la escuela o actividades sociales hasta que hayan comenzado el tratamiento antibiótico y las lesiones hayan comenzado a sanar. En general, deben esperar al menos 24 horas después de comenzar el tratamiento para evitar la propagación de la infección.

En general, el impétigo no es una afección grave y se puede tratar eficazmente con antibióticos. Sin embargo, si no se trata a tiempo, puede dar lugar a complicaciones, como infecciones más profundas o cicatrices permanentes. Además, en casos raros, puede causar problemas renales si la bacteria infecta el torrente sanguíneo.