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Verrugas víricas
«La piel es un espejo que no miente. Las Verrugas víricas nos recuerdan que el bienestar comienza con la atención diaria y la prevención consciente.»
Dra. María Magdalena Roth, Dermatóloga, Palma
¿Qué son las Verrugas víricas?
Las Verrugas víricas son lesiones benignas de la piel que se presentan como pequeñas elevaciones rugosas o endurecidas, de color similar al de la piel o ligeramente más oscuras. Son frecuentes en las manos, los dedos, los codos, las rodillas o los pies, y pueden aparecer de forma aislada o en grupos. Aunque no representan un riesgo grave para la salud, pueden causar molestias, dolor o incomodidad estética, especialmente cuando se localizan en zonas visibles o de fricción.
¿Qué causa las Verrugas víricas?
Las Verrugas víricas son causadas por una infección de la piel provocada por ciertos tipos del Virus del Papiloma Humano (VPH). Este virus penetra en la epidermis a través de pequeñas heridas, cortes o zonas de fricción, infectando las células de la capa más superficial de la piel. A partir de ahí, estimula su crecimiento y provoca la aparición de una lesión benigna: la verruga.
Los VPH responsables de las Verrugas víricas no genitales pertenecen al grupo de los VPH cutáneos de bajo riesgo, es decir, aquellos que no están vinculados con el desarrollo de cáncer ni con infecciones de transmisión sexual. Estas variantes del virus afectan exclusivamente la piel y pueden manifestarse en distintas formas clínicas, dependiendo del subtipo y de la zona afectada.
Un sistema inmunológico debilitado pueden aumentar el riesgo de infección.
Tipos de Verrugas víricas
Las Verrugas víricas pueden variar en apariencia y ubicación:
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- Verrugas comunes (vulgares): De superficie rugosa, firme e irregular; suelen aparecer en los dedos, manos, rodillas o codos. Están asociadas con mayor frecuencia a los subtipos de VPH 2, 1, 4, 7, 27 y 57.
- Verrugas plantares: Se desarrollan en las plantas de los pies y pueden resultar dolorosas al caminar. Se asocian principalmente a los tipos de VPH 1, 2, 4 y 63, y pueden presentarse de forma aislada o agrupada, formando un patrón característico conocido como “en mosaico”.
- Verrugas planas o juveniles: Más frecuentes en niños y adolescentes, se presentan como pequeñas lesiones lisas, del color de la piel, localizadas en la cara, el cuello o el dorso de las manos. Suelen estar causadas por los subtipos VPH 3 y 10, y en menor medida por los VPH 28 y 49. Tienden a multiplicarse si se rascan o manipulan.
- Verrugas filiformes o digitadas: De aspecto alargado y fino, se localizan habitualmente alrededor de los ojos, la boca o la nariz. Su origen se asocia principalmente a los tipos de VPH 1, 2, 4, 7 y 10.
- Verrugas periungueales o subungueales: Aparecen alrededor o debajo de las uñas y están vinculadas a los tipos de VPH 2, 4, 7, 27 y 57. Suelen ser más resistentes al tratamiento y, si se manipulan con frecuencia, pueden deformar o alterar el crecimiento normal de la uña.
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Tratamiento de las Verrugas víricas
Aunque algunas Verrugas víricas pueden desaparecer de forma espontánea con el tiempo, la mayoría requieren tratamiento para evitar su propagación o molestias persistentes. Los tratamientos más efectivos incluyen:
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- Terapias tópicas: Implican la aplicación directa de sustancias queratolíticas o antivíricas sobre la lesión, con el objetivo de destruir el tejido afectado y estimular la eliminación del virus. Entre las más utilizadas se encuentran el ácido salicílico (10–40%), que disuelve las capas endurecidas de la verruga facilitando su eliminación progresiva; el ácido tricloroacético (TCA), empleado habitualmente en consulta para destruir químicamente el tejido; la podofilina y su derivado podofilotoxina, que inhiben la proliferación celular del virus (más usadas en verrugas anogenitales); el imiquimod, que estimula la respuesta inmunitaria local para favorecer la eliminación del VPH; y el 5-fluorouracilo (5-FU), que impide la multiplicación celular en lesiones persistentes o múltiples.
- Procedimientos médicos:
- Crioterapia: Congelación de las Verrugas víricas utilizando un agente criogénico.
- Electrocauterización: Eliminación mediante corriente eléctrica controlada.
- Láser: Indicado para verrugas difíciles o en zonas delicadas, utiliza energía lumínica precisa (láser CO₂ o láser de color pulsado) para eliminar el tejido afectado sin dañar la piel circundante.
- Cirugía: Extirpación manual en casos graves o recurrentes.
Un tratamiento temprano no solo mejora la calidad de vida del paciente, sino que también reduce el riesgo de complicaciones y transmisión del virus.
Prevalencia de las verrugas víricas en Mallorca
Las Verrugas víricas son una afección cutánea frecuente en Mallorca, especialmente entre niños, adolescentes y adultos jóvenes. El clima cálido y húmedo de la isla, junto con la asistencia a piscinas públicas, gimnasios o actividades al aire libre, favorece su aparición y propagación por contacto directo o indirecto.
En la Clínica Premier Balear, bajo la dirección de la Dra. María Magdalena Roth, ofrecemos un enfoque personalizado, eficaz y estéticamente preciso para el tratamiento de las verrugas víricas. Nuestro propósito es eliminar las lesiones de forma segura, reducir el riesgo de recurrencia y preservar el aspecto natural de la piel.
Además, ofrecemos una atención humana, empática y confidencial, creando un entorno de confianza y respeto. Si buscas un tratamiento seguro y efectivo para eliminar verrugas víricas, nuestro equipo en Palma está a tu disposición para ayudarte a recuperar la salud y el bienestar de tu piel.
Preguntas frecuentes sobre las Verrugas víricas:
Acudir al dermatólogo en caso de presentar Verrugas víricas es fundamental para obtener un diagnóstico correcto y un tratamiento eficaz. Estas lesiones, aunque benignas, pueden confundirse con otras alteraciones cutáneas y tienden a propagarse si no se tratan adecuadamente. El dermatólogo dispone de los recursos y la experiencia necesarios para evaluar cada caso y aplicar el tratamiento más adecuado, ya sea crioterapia, láser, electrocauterización o medicamentos tópicos.
Consultar con un especialista también permite prevenir la extensión de las verrugas a otras zonas de la piel o su transmisión a otras personas mediante el contacto directo. Además, el dermatólogo puede ofrecer pautas personalizadas para evitar recurrencias, como mantener una correcta higiene, proteger la piel frente a microtraumatismos y reforzar el sistema inmunitario. Un abordaje temprano y profesional garantiza mejores resultados y una recuperación más rápida y estética.
Las Verrugas víricas pueden transmitirse por contacto directo con la piel afectada o, de forma menos frecuente, a través de objetos que hayan estado en contacto con la lesión, como toallas, calzado o superficies húmedas.
Aunque el riesgo de contagio no es tan alto como en otras infecciones, es importante tomar precauciones para proteger a otras personas.
Además, existe el riesgo de autoinoculación, es decir, la propagación del virus a otras zonas de la propia piel. Esto suele suceder al tocar, rascar o manipular una verruga y luego entrar en contacto con piel sana, favoreciendo la aparición de nuevas lesiones. Para prevenirlo, se recomienda no rascar ni tocar las verrugas, cubrirlas cuando sea necesario y mantener una buena higiene.
Sí, tanto hombres como mujeres pueden desarrollar Verrugas víricas en cualquier zona de la piel. No existe una predisposición significativa por sexo; sin embargo, la localización y la frecuencia pueden variar según la edad, el tipo de verruga y los hábitos de exposición al virus. Por ejemplo, las verrugas comunes y planas son frecuentes en niños y adolescentes, mientras que las verrugas plantares pueden aparecer en adultos jóvenes activos.
Algunas Verrugas víricas pueden volver a aparecer incluso después de un tratamiento exitoso porque el virus puede permanecer en la piel de forma latente. Factores como pequeños traumatismos cutáneos, humedad excesiva o un sistema inmunitario debilitado pueden favorecer la reactivación de la infección.

